domingo, 5 de febrero de 2012

Mi madre cree que me voy a poner a dieta.

Hoy he ido a casa de mis padres a comer. También estaban mi cuñada, mi hermano y mis sobrinos.

Como ya le había comentado a mi madre que estaba planteándome dejar de comer carne me ha preguntado que si podía comer pescado. Mi cuñada ha creído que me he puesto a dieta por lo que he tenido que confesarla que aunque buena falta me hace no era ese el motivo:

Voy a dejar de comer carne.

Todo esto ha conllevado una eterna discusión en la que informaba que no era por el sobrepeso que me acusa sino por motivos éticos por lo que iba a dejar de comer animales. Realmente parecía que si hubiera dicho que era por seguir una dieta más saludable todos se hubieran quedado conformes.

He perdido en mi primer debate.

Somos omnívoros y así ha sido siempre. Además, si no nos comiésemos a los animales habría superpoblación y acabarían comiéndonos ellos. No creo que un tigre cuando devora a una cebra tenga ningún tipo de contemplación.

Curiosa forma de aceptar como algo natural y digno el asesinato de un animal para comértelo cuando no me han dejado describir la muerte de un cerdo porque era un espectáculo muy atroz para que escuchasen mis sobrinos.

Todavía sigo comiendo animales por lo que he comido pescado en salsa. Por cierto, estaba delicioso. Sin embargo hay una parte en mí que comienza a rechazar estos alimentos. Siento que, a pesar de que he decidido hacer un periodo de adaptación e información, me estoy traicionando de alguna forma.

Cuando mi madre me ha ofrecido jamón serrano he tendido que confesar que ese sería uno de los placeres que más echaría de menos.


Bueno, eso puedes comerlo.

Mi mirada ha dado la respuesta y su mirada la contrarespuesta : no voy a tener apoyo por parte de mis padres.

Otra chorrada más de la loca de su hija.

No hay comentarios:

Publicar un comentario